Las Mejores Sandalias Doradas

El origen de las sandalias se remonta a tiempos inmemoriales y ya eran usadas antes de griegos y romanos en el neolítico. En sus inicios eran fabricadas con piel, material que continúa siendo todavía muy común en su creación. ¿Por qué te contamos todo esto? Simple, porque si se siguen usando tantos siglos después, algún misterio esconden...

El secreto de su éxito y su popularidad reside en su versatilidad y en ser un tipo de zapato muy cómodo. Al dejar el pie descubierto en gran parte (depende del modelo) permite la transpiración cuando el calor aprieta.

Hay dos tipos principales de este calzado: las sandalias y las cuñas. Tanto unas como otras, son la opción perfecta, para crear un estilo arreglado pero informal si son elegidas en color dorado. Asimismo, el hecho de ser tan confortables, las convierten en unos zapatos a los que se puede recurrir frecuentemente y ser usados en nuestra vida cotidiana.

Tal es su comodidad que en una fiesta o boda, cuando termine la ceremonia, podrás calzarte tus sandalias o cuñas doradas y seguirás estando perfecta. Es tan común que no solo es una cuestión de las invitadas, las propias novias lo hacen frecuentemente.

Como cualquier calzado, y más aún cuando tenemos un pie delicado, es de vital importancia saber elegir correctamente para evitar realizar una mala compra o dañar nuestros pies. En este apartado intentaremos darte algunos consejos útiles para que puedas comprar la mejor sandalia dorada para tus pies.

1. Suela

La suela es la parte de la sandalia que recibe el peso. Es uno de los aspectos que más se nota al usarlas ya que determinará lo bien que andemos con ellas.

• Grosor: Una suela fina hará que la sandalia sea más ligera, pero notaremos más el relieve del suelo y es menos apropiado para personas con problemas de pies. Las cuñas y los tacones nos darán altura, pero son más inestables. Si el confort es importante, lo mejor es elegir una suela media.
• Elasticidad: Aunque esto depende en gran medida del material, una suela elástica se doblará más fácilmente. Al doblarse sin resistencia, se consigue un movimiento natural al pisar.
• Adherencia: Es recomendable que la suela cuente con algún tipo de relieve o surcos que evitan que se resbale en suelos húmedos o lisos.

2. Tiras

Las tiras son el segundo aspecto en importancia. Ya sabemos que son las que le proporcionan al calzado su aspecto y que por tanto son responsables de lo bonito que sea el par que nos guste. Sin embargo, son las responsables de las rozaduras y otros daños.

Lo mejor es optar por tiras anchas que repartirán la presión en una superficie mayor. Si queremos tener el pie al descubierto, lo mejor es contar con el mayor número de tiras. Permitirán que el aire circule y además mantendrán al pie sujeto.

Presta especial atención a costuras gruesas o decoración rígida o afilada que pueda clavarse en tu piel.

3. Plantilla

Si la planta se apoya sobre algún tipo de plantilla o almohadillado amortiguará mejor el impacto de cada paso. Otro detalle a tener en cuenta es el material, recuerda que nuestra piel estará en contacto permanente con ella, así que si queremos evitar sudar y que el pie se deslice, es mejor evitar los materiales sintéticos.

4. Cierre

Contar con variedad de agujeros en la correa permitirá que esta se ajuste debidamente. No todo el mundo tiene el mismo pie y hay momentos del día en que la forma de nuestro pie puede cambiar dependiendo de cuánto tiempo pasemos de pie o del calor que haga.

Asimismo, el tipo de cierre hará más o menos cómodo cerrar o cambiar la longitud de la tira. Los modelos con velcro pueden parecer menos glamurosos, pero son definitivamente más rápidos y sencillos.

5. Otros aspectos

• Peso: Un calzado pesado siempre dificulta y hace más cansado el paso. Mira en los detalles del artículo para ver cuánto pesa el modelo que te gusta.
• Materiales: La calidad de los materiales no sólo define la calidad y resistencia del producto, sino que también influye en la propia comodidad. Siempre que puedas elige modelos de piel o tela que generalmente serán más cómodos para tu piel.
• Tacón: El tacón estiliza la figura y te hace parecer más alta, sin embargo requieren de equilibrio y dirige la presión hacia la parte anterior del pie y los dedos. Si quieres tener algo de altura pero quieres estar cómoda, elige tacones anchos o cuñas.
• Talla: Si has tenido normalmente problemas con este tipo de calzado intenta elegir un número mayor para evitar que tus dedos sobresalgan o que queden estrangulados.
• Anchura: Si tienes el pie ancho, observa si la suela es amplia, así evitarás apoyar la planata en el borde la misma.

¿Cuándo elegir sandalias o cuñas?

Sin duda lo sabrás pero nunca está de más repetirlo, la diferencia primordial entre sandalias y cuñas es que las segundas van montadas sobre una plataforma más alta en la zona del talón que hace las veces de suela. Tradicionalmente la suela de ciertos tipos de cuñas ha sido fabricada con esparto como una evolución de las alpargatas. Las sandalias por otro lado, pueden ser bajitas o llevar tacón (fino o ancho).

Teniendo claras las diferencias podemos apoyar nuestra decisión en base a la comodidad o a la estética. Las sandalias planas son mejores para aquellas mujeres que caminen mucho y a menudo. Los tacones altos y las cuñas estilizan la pierna y la postura, pero a no ser que estés acostumbrada, terminarás por acusar algo más el cansancio.